Isla de Porquerolles es una isla parte del archipiélago de las Îles d’Hyères, en Var, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, sureste de Francia.
La isla fue salvada del desarrollo turístico gracias a la decisión del estado francés en 1971 de convertir casi el 80% de la superficie de la isla como parque nacional (Parc National de Port-Cros). Y sigue así.
¡Ah! Y están prohibidos los coches a motor. ¿La conocías? Yo tampoco la verdad, por eso la sorpresa es mayor aún. Guárdame el secreto por favor.
La isla de Porquerolles ocupa una extensión de 12km2 frente a la península de Giens, muy cerca de las ciudades de Hyères y Tolón. Junto a Port Cros y la Ilê du Levant conforma el archipiélago de Hyères. Este archipiélago fue llamado Stoechades por los griegos.
Ocupa 1.254 hectáreas, su perímetro costero de 30 km. Su costa sur es irregular con abruptos acantilados y algunas calas de arena blanca. El interior de la isla se encuentra poco poblado, y alberga un bosque de pinos y encinas, viñedos y frondosa vegetación mediterránea.
El pequeño pueblo, que en invierno se queda con 300 habitantes, sin coches, con buganvillas y con callecitas tan idílicas que parece sacado de un cuento. Es un sitio ideal para ir en bici, pasear, y disfrutar de los veranos de antes.
Como yo no he sido la primera en descubrirla como te puedes imaginar, si quieres un poco de historia te diré que se han encontrado restos celtas, griegos y romanos. En la Edad Media, el monje San Honorato fundó el monasterio católico de Lerins, inaugurando la tradición de ascetismo de las islas de Hyères. Luego hubo piratas berberiscos entre el siglo XII y el XVI y en 1579 el rey Enrique III de Francia toma la isla que pasa a ser dominio real.
Para que veas la magia de este rincón escondido de la Costa Azul. Antes de seguir disfrutando de la isla, no puedes hacerlo sin escuchar el vals de piano de Amelie… puedes cerrar los ojos si ves que no puedes evitarlo 😉
En 1971 el Estado francés convierte el 80% de la isla en Parque nacional de Port-Cros, comprándosela al último dueño, un rico francés François Joseph Fournier que quiso hacer un experimento agrario filantrópico y la llenó de viñedos. La isla sigue siendo conocida por sus viñedos espectaculares. Los mejores para mí: Domaine Perzinsky http://www.perzinsky.com/
Como te decía la principal tarea para hacer en la isla es no hacer nada y disfrutar. Reposar, montar en bici, navegar si puedes, pedir deseos al mar, y dormir bajo un pino o leer un libro.
Yo opté por el mar que me apasiona, pero ya sabes que tú puedes hacer lo que quieras… Mira que atardeceres nos deja este lugar mágico…
Si te has quedado con ganas de ir pincha aquí en su página de turismo: http://www.porquerolles.com/accueil/ o mira este video de su oficina de turismo:
Pues amigos, eso es todo por hoy #wanderlust
Nos vemos pronto amigos,
Carmina
😉